Ella metió la ropa en la maleta e hizo un hueco para colocar la rama de olivo que siempre llevaba en su pico. La paloma dio un último repaso a su equipaje y añadió el bañador, la toalla, el bronceador y las chanclas; pues ella pensaba volar a playas Caribeñas y, una vez allí, relajarse y desestresarse pasandose las horas poniendose morena tirada en la playa panza arriba entre sorbos de Mojitos ó Margaritas.
Antes de emprender sus merecidas y ansiadas vacaciones ella decidió dar un vistazo a la tierra... ¡Hasta las plumas de su cola sae la erizaron cuando vio que. aqui las cosas, se seguían solucionando a pepinazo limpio!. Pero, en fin; nada se podía hacer. Las naciones pareecian estar condenadas a no entenderse jamás y, por más que ella volase llevando el símbolo de la Paz, los grandes mandatarios simplemente se burlarian de ella (Y eso si no la enviaban un misil para ver si de una puñetera vez derribaban al "Jodido Pajarraco").
La paloma suspiró y, con un gesto de hartazgo, cerró de golpe la maleta. la cojió con su pico, se puso las gafas de sol y, dando un pequeño slato para tomar impulso, emprendió sus vacaciones; no sin antes haber puesto en la puerta de su nido un cartel en el que había escrito con grandes letras rojas
CERRADO POR VACACIONES